Desde
la cofradía al astillero
Pasando
por el faro de poniente,
Un
sol parsimonioso y decadente
Sintoniza
un paisaje pasajero.
Los
barrios altos lucen en albero,
Los
bajos, un magenta intermitente,
Las
nubes en su cepa: tinto ardiente,
Y en
la ciudad, un cuero callejero.
Aristas
iracundas dan de frente
En
su maldita suerte y derrotero,
Pues
arrastra la muerte por patente.
El
tiempo es un verdugo cruel y fiero
Y un
ocaso, muy crudo, está pendiente,
¿Noche
o luto? Ríe el sepulturero.
Autor: Josetxu
Idem “Elgran Ausente”.
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